Gente que sigue mi sonrisa...

18 oct 2015

Yo, mi, me, contigo

Contigo aprendí a querer fuerte... hasta las trancas creo que lo llaman. Contigo me volví loca, loca por ti, por tu olor y tu forma de mirar. Contigo descubrí que hay personas capaces de calar hasta los huesos sin tener que ser lluvia, que despertar a tu lado era uno de esos pequeños placeres de los que tanto hablan y que tu espalda tiene un hueco reservado para mí que no para de recordarme que en cierto modo allí tengo mi casa. Descubrí que hay que cerrar las ventanas para soñar y para que no entre frío... Aunque contigo no tendría frío ni en el peor de los inviernos, porque ¿sabes? para mí eres hogar, y eres el fuego capaz de evaporar mis lágrimas.
Que abusaría del tiempo mil veces pidiendo cinco minutos más por la mañana contigo cada tres segundos, que quiero que contigo se me haga tarde y que aparezcas temprano para disfrutarte más tiempo. Que me quedaría a vivir en el instante en que tus labios rozan los míos cada vez que te aproximas para besarme, que si quieres te confieso hoy que el frío es sólo una excusa para que me abraces un poco más de lo normal. Que a ti te brindo la oportunidad de conocerme aún sabiendo que así estoy dándote el poder de cuidarme o destruirme para siempre, porque sería para mí un placer que fueras tú quien me rompiera el corazón sabiendo que también fuiste tú quien me enseñó a entregar todo cuando se quiere de verdad.
Yo sólo me buscaba cuando te encontré y puedo decir que eres la prueba fehaciente de que puedes reconocerte en los ojos de otra persona.
Y es que estás en tanto que ya todo me recuerda a ti, que estás porque tú me dejas ser contigo... Que eres la inmensa calma cuando todo se me va de las manos y ese abrazo que me dice que todo irá bien.
Que por alguna extraña razón eras esa excepción que confirmaba todas mis reglas. Y sí, a estas alturas te aclaro que te escribo a ti aunque no te hagan falta líneas para leerme por dentro, y que ya llega un momento en que no sé si me gusta más el silencio o la falta que me hace tu voz. Y te recuerdo que nos quedan mil amaneceres por parar, que las noches no son tan noches sin ti a mi lado y que nunca nadie me ha hecho querer tan fuerte como lo has hecho tú; dicen que es estar enamorado hasta las trancas, pero ya sabes que me da igual como lo quieran llamar, yo sólo sé que cuando te miro creo en ti y creo en nosotros y que no hay nadie más que me haga tener tantas ganas de abusar del tiempo.

María Penella.

2 comentarios:

  1. Me encanta, enserio. Me emocioné al leerlo porque me acordé de un chaval, y según iba leyendo en mi cabeza era todo como una película con las cosas que tú escribiste. No dejes de escribir porque lo haces genial y creo que le puedes llegar a muchas personas que te lean. Un beso y felicidades guapa por escribir así de bien

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchisimas gracias guapa, el blog ya no tiene el publico que tenia antes y me ha hecho muchísima ilusión tu comentario, valoro mucho que te halla servido para recordar, Un besito grande

      Eliminar

Entradas populares